El acto se llevó a cabo en el mismo predio de la escuela con el cierre del ciclo lectivo y fiesta de egresados, con presencia de la directora de la escuela Graciela Mbaruque, docentes, personal de servicio, alumnos, familiares y público.

Previo al homenaje al maestro Víctor Tosolini, se realizó el cambio de abanderados y escoltas.

La profesora Evelin Alcaraz tuvo a su cargo las palabras de despedida a los egresados y la alumna Sabrina Gisel.

Posteriormente se entregaron medallas y certificados a los egresados, como así también al maestro Víctor Lujan Tosolini, quien se acogió al beneficio de su jubilación.

El maestro Santiago Avalos tuvo el honor de hacer un relato de la vida profesional y personal al homenajeado Tosolini. Cerrando el acto, la directora Graciela Mbaruque hizo su discurso para los egresados y finalizó con unas palabras para el maestro Tosolini.

Discurso del maestro Santiago Avalos

“Maestro, usted siempre fue el primero en estar. Antes de que llegaran las corridas, las tareas y las preocupaciones del día, ya estaba ahí, firme, dispuesto, acompañando, ofreciendo una mirada amable o una palabra justa. Su presencia temprana y silenciosa era, muchas veces, el motor que ponía en marcha nuestras mañanas a pura música”.

Maestro Víctor Lujan Tosolini

“Y cómo no recordar esas charlas en la cocina, con Tere, Marcos, León y los compañeros”

“Entre mates aparecían esas anécdota que hablaba con tanto corazón: historia de su padre, de ese gusto por correr con el caballo, de alguna carrera, como usted decía, seguro ganó alguna. En esos relatos no solo nos compartía recuerdos, nos abría una ventana a su vida, a sus efectos y a las raíces que lo formaron”.

“También sabían que era un apasionado por el deporte y ponían a prueba su estado físico, le decían que en el comedor olvido la cocina prendida y volaba para apagar y resultaba ser una falsa alarma a la corrida y Sandra preocupada se quedaba a cargo de los chicos y resultaba ser una falsa alarma; o esas veces en que tenía que salir a separar a Carlitos y Brain que se trenzaba en la esquina de la escuela. Ahí estaba usted, siempre atento, siempre listo para intervenir, para cuidar, para acompañar”.

“Pero si hay algo que lo define por encima de todos, es su amor por su familia. Siempre pendiente de sus hijas, orgulloso de verlas encaminadas, avanzando con firmeza por el camino que usted siempre deseó para ellas. Hablabas de ellas con una ternura que conmovía, con ese birllo en los ojos que solo tienes los padres que aman profundamente”.

 

“Hoy queremos agradecerle, maestro. Por su dedicación, por su cercanía, por su humanidad”.

“Por todo lo que sembró, a veces sin que lo notáramos en el momento, pero que hoy florece en cada recuerdo”.

“Gracias maestro Víctor, por lo que hizo, por lo que dejó y por lo que sigue siendo para todos nosotros”.

“Esto no es un adiós, es un abrazo lleno de gratitud y un deseo sincero de que todo lo que viene sea aún más hermoso”

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